jueves, 20 de junio de 2013

Berlin: a correr

¿Cuánto tiempo pueden pasar dos personas en una ciudad como Berlín, sin teléfono ni internet, separadas y sin punto en común, en encontrarse?

Llegué a Berlín en tren recién pasadas las once de la mañana. El plan (el único y tonto plan) era conectarme a internet para comunicarme con un amigo, encontrarme con él en el hotel donde estaba (que no sabía cuál era ni qué dirección tenía) y recorrer la capital alemana juntos.

Alemania tiene los únicos McDonalds del mundo sin Wifi. Las cafeterías tampoco tienen wifi y por supuesto, los hoteles cerca de la estación de tren no me iban a pasar la contraseña a menos que pagara una noche. Ya que no había opciones con el McDonalds pregunté por un Starbucks, pero quedaba a un par de estaciones de metro de distancia.

Ok, sobre Berlín conozco algunas cosas, pero no sé dónde quedan. Dos cosas sobre Berlín que se pueden leer en el link que coloco en este artículo: está lleno de alemanes y en Alemania se habla alemán. Yo no hablo alemán, ni siquiera sé decir cómo me llamo en alemán, aún más: en la pequeña lista de lenguas que me gustaría aprender, el alemán ni siquiera figura. Sé que sería más útil hablar ese idioma que italiano, porque al menos se habla en más de un país, pero tengo toda la intención del mundo de volver a Italia tan pronto como pueda y cada vez que pueda, mientras que puedo vivir otros 26 años sin pisar Alemania (ni Suiza ni la parte alemana de Bélgica…). Así que sin mapa, con cero sentido de la orientación, sin idea de dónde encontrar a mi amigo ni entender los carteles en la calle, pregunté a cuanta persona encontré si había un cyber café cerca.

“Veo que no respondes”, decía el mensaje que mi amigo me dejó en facebook. Eh…. No respondo porque no estoy en el chat, pensé. “Voy a Check point Charlie”.

Fue explotando el inglés a más no dar con los muchachos que encontré en el subterráneo que pude tomar el tren correcto y llegar a check point Charlie sólo no encontrar a la maraña de rulos que es mi amigo.

Y, como ya dije, el McDonalds del frente, tampoco tenía internet.
Suerte que Starbucks no abandona. “Estoy en Check Point Charlie, me voy a las puertas de Brandemburgo”. No pensaba seguirlo por todo Berlín, cazando señales de internet donde pudiera. No. O era en Check Point Charlie o lo saludaba por chat.
Más abajo había otro mensaje: “Nos vemos en el McDonalds frente a Charlie a las 13.10”.

5 minutos. A correr.