domingo, 19 de agosto de 2012

Mi lado criminal



Monte Carlo, Mónaco

Monte Carlo me encontró con mi lado criminal. No requirió demasiado: sólo caminar dos cuadras desde el puerto hasta la calle principal. Una vez allí tenía resuelto comprarme un apartamento en ese principado. Sí, un apartamento, con vista al puerto y, de ser posible, cerca del puerto. No una casa ni mucho menos una mansión, después de todo, no soy tan codiciosa.

De la calle principal en más, caminé ideando mi plan maestro para juntar el dinero suficiente para mudarme a Monte Carlo. Después de todo, el alquiler más barato (que es el que pretendo conseguir porque, como dije, no soy codiciosa) es de 4.000 dólares.

Y la verdad es que caminé bastante porque para juntar todo ese dinero, mi cabeza tenía que idear un plan muy bueno. Pasé por el Casino y por más casas de Chanel que antes en mi vida (una cada dos o tres cuadras). Encontré unas escaleras demasiado alta para mi espalda que no está del todo sana en estos momentos pero por una cuestión de orgullo decidió subir, a conciencia de que una vez que llegara a la cima no encontraría más que casas y apartamentos (así fue), pero al llegar me puse a cantar The eyes of a tiger.

Así que acá están mis tres opciones. Mis tres planes ideales para juntar dinero rápido y mudarme a Monte Carlo:

1.       Tres negocios a la vez: venta de drogas, lavado de dinero y venta ilegal de armas. (No tengo idea de cómo comenzar ninguna de las tres cosas).
2.       Me caso con un tipo rico y lo convenzo de que si no vive en Monte Carlo no es nadie. (No tengo paciencia para esto).
3.       Un tío que no sé que tengo y que es el príncipe regente de un principado de Europa del Este que no sé que existe, se muere y me deja una buena parte de su herencia. (Es la opción más probable, la verdad).








1 comentario:

  1. jajajaja, me encantó. Bueno, y yo voy de sirvienta a tu casa, puedo? jajaja. Un abrazo amiga.
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