En aquellos días en los que mi vida consistía en escribir noche y día (alguna
más noches que días, en realidad), cuando me dejaba llevar por la imaginación,
sin reglas fijas ni horarios estrictos, cuando mi dieta básica consistía en
café y por las noches escuchaba a Nora Jones y Frank Sinatra para poder
terminar el siguiente trabajo. Mi hermano me miraba por la ventana de su
habitación, como interactuaba conmigo misma, hablaba y me reía sola. En
aquellos años de universidad donde todo parecía posible pero, a la vez, muy
lejano, pasaba mis ratos libres de invierno, entre palabra y palabra, cuando la
cabeza ya no quería dejarse llevar más, paseando por mapas.
Soñaba con tierras lejanas. Con personas desconocidas. Con lugares
escondidos. En el fondo de mi cabeza sonaba la voz de montones: salí de tu
burbuja, ya te vas a enfrentar a la vida real, dejá de soñar. Suerte que nunca
les hice caso.
Pues, ahora, que mi vida consiste en personas desconocidas y tierras
lejanas, pero consigo poco sueño, me compro un pasaje a Lisboa y comienzo a
planear mis vacaciones. Noto que mi mente se está volviendo bastante
planificada, tal vez por trabajar en una multinacional estadounidense, pero sea
la razón que sea, esas vacaciones en mi cabeza ya estaban planeadas: Lisboa,
Roma, Grecia. Grecia, Grecia, Grecia y cantarle versos a todos los dioses.
Mi compañero de viaje, el que habita en Lisboa, no quiere tener nada que ver
con Italia. Tampoco entiende esa obsesión que tengo con Grecia: es propaganda
de los estados para decir que la democracia es lo mejor. ¿Y a mí qué? Nada que ver con los dioses ni las playas. Ni
la comida, ni los burros.
Llegado un momento, Grecia era una posibilidad pero de Italia ni hablar.
Cansada de argumentar, pero decidida a hacer de esas vacaciones una realidad,
propuse abrir el mapa.
Allí estaba, entonces, viajando otra vez por Google Maps. Con la mitad de
los pasajes comprados, visualizando la realidad, tan cerca que casi lo toco con
la mano. Así, como siempre soñé que sería.
Yo viajo con vos amiga, a través de palabras. Que siga la aventura.
ResponderEliminarGoogle
Gracias google! Sabes q a mi también me gusta viajar con tus palabras.
EliminarGracias google! Sabes q a mi también me gusta viajar con tus palabras.
Eliminar