Después de horas de ingeniería aplicada logré
cerrar la valija. No es que sea demasiado chica, no es que tenga demasiadas
cosas, es que el orden no se me da muy bien.
Un paso en
cámara lenta, que se hace eterno. Un paso en el que el mundo se suspende y yo
que la necesidad de levantar mi mano al aire apremia. El mundo está al alcance
de mi mano. Y lo quiero.
Bienvenido seas. 2013
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