lunes, 31 de diciembre de 2012

2013


Después de horas de ingeniería aplicada logré cerrar la valija. No es que sea demasiado chica, no es que tenga demasiadas cosas, es que el orden no se me da muy bien.

Un paso en cámara lenta, que se hace eterno. Un paso en el que el mundo se suspende y yo que la necesidad de levantar mi mano al aire apremia. El mundo está al alcance de mi mano. Y lo quiero.

Bienvenido seas. 2013

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